Honorable Senador Marco Rubio
Presidente del subcomité para asuntos del Hemisferio Occidental sobre Crimen Transnacional, Seguridad Civil, Democracia, Derechos Humanos y Asuntos Mundiales de la Mujer.
Distinguidos miembros del Subcomité.
Ante todo, quiero dar las gracias a ustedes por escucharme, así como a todas las personas e instituciones que han hecho posible mi presencia para testimoniar sobre la situación de los derechos humanos en mi país, Cuba. Vivimos en la actualidad un momento especialmente definitorio para el futuro de nuestra nación, tras el reciente anuncio del restablecimiento de relaciones entre Cuba y los Estados Unidos.
Me presento ante ustedes como Lider de las Damas de Blanco, agrupación de mujeres activistas por un cambio hacia la democracia en nuestra nación por vías no-violentas, inspiradas en el ejemplo de mujeres como Rosa Parks, Coretta King entre otras, que con su coraje y determinación trazaron senderos para el pleno disfrute de los derechos civiles en esta gran nación. A 50 años de los acontecimientos en Selma, Alabama, y testimoniando ante un Subcomité que entre otras funciones atiende los asuntos mundiales de la mujer, es para mí un gran honor y una oportunidad histórica
comparecer ante ustedes.
Hablo también a nombre de numerosos líderes y activistas de la sociedad civil cubana que me han encomendado la tarea de llevar su voz ante ustedes. Es una sociedad civil que se encuentra particularmente reprimida por la intolerancia de un gobierno cuyo ejercicio del poder consiste en la violación sistemática de los derechos humanos al pueblo cubano. Justo antes de salir de Cuba para asistir a este evento, el pasado 28 de enero, día que recordamos el natalicio del Apostol José Martí, decenas de activistas fueron arrestados en La Habana y otras provincias por intentar colocar ofrendas florales en bustos de José Martí. En su visión totalitaria, la dictadura pretende monopolizar la identidad nacional por medio del uso de la fuerza contra cualquier activista independiente.
Las violaciones a los derechos humanos en Cuba han sido documentadas por los organismos internacionales más respetados en la materia. El 28 de octubre de 2013, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos emitió una medida cautelar en favor de todas las integrantes de las Damas de Blanco, como protección frente a la sistemática represión de las autoridades cubanas. Presento ante ustedes el dictamen oficial de la Comisión a estos efectos, así como el informe presentado ante ese organismo por la asociación de abogados independientes cubanos, Cubalex, que dio origen al dictamen de la Comisión. Adjunto además un informe de Cubalex sobre el sistema penitenciario cubano. Solicito que estos informes sean incorporados a las actas de esta audiencia, como prueba documental de lo que aquí exponemos.
Estos documentos demuestran que el tema de los presos políticos, uno de los más sensibles en la realidad cubana actual, va mucho más allá de la liberación circunstancial o periódica de algunos de ellos. Para resolver esta cuestión se requiere una libertad incondicional de todos los encarcelados por motivos políticos en la Isla, y la eliminación de todas las disposiciones legales que avalan la represión contra quienes piensan diferente del régimen.
Cuba sigue siendo un país con un gobierno unipartidista, donde las libertades fundamentales que son un derecho absoluto en la sociedad norteamericana, constituyen delitos contra lo que llaman “La Seguridad del Estado”. En Cuba no existe la separación de poderes, las libertades de expresión y asociación continúan siendo reprimidas y la Constitución establece que el partido comunista es “la fuerza rectora de la sociedad”. El derecho a huelga se considera un crimen y los trabajadores cubanos dentro de la Isla y en el extranjero, son sometidos a condiciones de trabajo esclavo, denunciadas por organismos internacionales. Mientras estas condiciones prevalezcan, no es posible hablar de una voluntad de cambio por parte del régimen castrista.
El mismo 28 de enero, durante su comparecencia en la tercera Cumbre de la (CELAC), celebrada en San José de Costa Rica, el dictador Raúl Castro expresó que “no cederá un milímetro” en su sistema de gobierno tras el comienzo de las negociaciones entre Cuba y Estados Unidos, y que éste no tendría sentido si se le exigen cambios a una dictadura militar, familiar, con más de medio siglo en el poder. Para nosotros eso significa una continuidad en las golpizas, encarcelamiento, destierro forzoso, discriminación contra nuestros hijos en el sistema escolar, y todo tipo de patrones de intimidación y acoso que sufrimos a diario por querer una Cuba plural, democrática e inclusiva.
Honorable Señor Presidente,
Honorables miembros de este Subcomité
Nuestras aspiraciones son legítimas por estar avaladas por la declaración universal de derechos humanos, de la cual Cuba es signataria, y los Pactos Internacionales de Derechos Civiles y Políticos firmados y no ratificados por la dictadura. Nuestras demandas son bien concretas: libertad para los presos políticos, reconocimiento de la sociedad civil, la eliminación de todas las figuras delictivas que penalizan la libertad de expresión y asociación y el derecho del pueblo de Cuba a elegir su destino por medio de elecciones libres y plurales.
Consideramos que estas demandas son justas y válidas. Más importante aún, para nosotros representan el ejercicio más concreto de política, un paso en la dirección de la convivencia democrática. Cuba cambia cuando cambien las leyes que amparan y protegen la conducta criminal con que actúan las fuerzas represivas y los elementos corruptos que sostienen al régimen.
En nombre de los fusilados.
En nombre de los presos políticos cubanos.
En nombre de los pilotos de la organización humanitaria Hermanos al Rescate, asesinados por orden de Fidel Castro.
En nombre de las victimas del remolcador 13 de marzo.
En nombre de las victimas del régimen comunista de Cuba.
Cuba si, Castro no.
Muchas gracias.