Este martes se han cumplido cien años del asalto al Palacio de Invierno en San Petersburgo. Se suele señalar aquel suceso, que precipitó el empoderamiento de los soviets y el ajusticiamiento de Nicolás II, como el hecho fundacional del movimiento insurreccional más importante de la Historia Contemporánea. No en balde, las repercusiones políticas, económicas, culturales e incluso morales de la Revolución Rusa son apreciables tres décadas después de que el imperio surgido de aquel proceso se desintegrase como un castillo de naipes.