Agresión
La agresión es una conducta hostil cuya finalidad es dañar a otro. La verbal se utiliza para intimidar o coaccionar.
Estudios refieren estadios tales como: intención del daño, provocarlo y la existencia de una alteración emocional. La agresión encubierta se produce mediante ataques a las relaciones de una persona o a su estatus social, en diversos grupos y edades. Sus consecuencias se extienden durante la vida de quien la sufre. Se estudia entre niñas, aunque se aprecia en varones. Su objetivo es dañar su reputación y hacer mal.
El hombre parece estar fascinado por la agresión, aunque no significa que la conducta destructiva sea innata, es uno de los fenómenos humanos que no puede ser explicado y requiere tomar en cuenta para saber cómo enfrentarla. Los hombres la sienten como recompensa. Se ajusta en la sociedad y se utiliza como motivación para buscar aventura o proteger a la familia y el grupo. Además de la agresión funcional la humanidad desarrollada, destructiva, con asesinatos masivos, tortura, humillación, entre otras que no pueden explicarse en términos de supervivencia.
Existen detonadores de la violencia de origen orgánico como: síndromes cerebrales agudos, laconismo, drogas, conductas impulsivas asociadas a la violencia, delirios. Especialistas reconocen otros tipos de conductas impulsivas asociadas a ella que pueden incluir historia de conductas como el suicidio, accidentes automovilísticos, destrucción de la propiedad, conductas temerarias y agresión sexual. Las conductas frecuentes de violencia ocurren asociadas a enfermedades cerebrales, entre ellas la epiléptica y las que presentan como circunstancias de infecciones cerebrales, encefalitis, SIDA, tuberculosos, sífilis, y otras que van desde el trauma craneal hasta la de tipo de Alzheimer, como el trastorno de la personalidad y pasajes psicóticos, insatisfacción de necesidad y el estrés, entre otras.
Existe una violencia no abierta, interpersonal o intrafamiliar, que no tiene que ver con el asalto de una pandilla o la agresión común en el mundo.
Educar a un niño con severidad y agresividad puede llevar a un Súper Yo severo.
Agresividad
No existe definición para la agresividad. De acuerdo a ello consiste en producir a otra persona la sesación deliberada de amenazar física y psicológicamente. La tendencia expresada en conductas reales o fantasiosas dirigidas a dañar a otro, con modalidades como: pelea, gestos y expresiones. La originan factores internos y externos, individuales, familiares y sociales. La adicción a las drogas y los cambios emocionales pueden provocar trastornos bipolares y este comportamiento. En niveles graves genera delitos, la patológica puede ser autodestructiva y no resolver el problema. Se orienta a conseguir distintos propósitos, con origen internos y externo, individual, familiar, social.
Los cambios emocionales del individuo pueden ser o no patológico, es devastadora cuando no resuelve los problemas de la mejor forma. Se tiene como un mecanismo defensivo ante un peligro real o imaginario a entender como positivo, en cuanto permite tener identidad propia. Los seres humanos están influenciados por una cultura bélica que puede cambiarse por una de paz. Es innata y connatural al ser humano, un mecanismo defensivo ante un peligro inminente, real o imaginario. A través de los medios de socialización, la agresividad se puede canalizar en tres tipos: la destructiva que sería lo mismo que la violencia, la indiferencia que sería la pasividad, la constructiva se considera positiva e igual a la no-violencia, actuar no violentamente.
A cierto nivel se considera normal, funcional y necesaria para la supervivencia y la vida cotidiana, para otros es anormal, disfuncional y genera problemas de salud y devastadora. Aparte del daño físico puede influir en la conducta de otras personas, por generar miedo. Puede ser: física, verbal, facial e indirecta. Como conducta social implica lucha y formar parte de la relaciones de poder-sumisión. Tanto la agresión como la violencia se emplean a nivel consciente o inconsciente.
Encontramos en la agresión los niveles:
Para sobrevivir, como forma de auto conservación. Reactiva ante la aprobación. Destructiva, que pueden llegar a la muerte.
El comportamiento agresivo-violento, individual o grupal, constituye una emergencia en la cual el comportamiento es irracional y peligroso La violencia difiere de la agresividad en que se trata de un actor motor en relación con un estado mental del que debe considerarse la violencia como un síntoma que tiene un tiempo de principio y fin con diferentes magnitudes y se clasifica en relación con la severidad de las lesiones o su intento.
Agresor sexual
El agresor sexual puede ser varón o mujer, que ataca a otro con el fin de dominarlo sexualmente. Durante la historia de la humanidad esta figura cambia de acuerdo a la concepción sobre el derecho de propiedad, del cuerpo y libertad sexual. Los primeros estudios datan del siglo XIX, cuando en 1886 se propone ligarla al sufrimiento o la humillación. Teorías sobre el origen de la delincuencia sexual toman en cuenta los factores biológicos y genéticos y coinciden en que el origen del comportamiento desviado de los agresores sexuales se encuentra en la infancia.
Entre los factores biológicos están el alto nivel de testosterona, el funcionamiento cerebral anómalo y los esteroides sexuales anormales. Investigaciones manifiestan que este comportamiento tiene su base en el sistema endocrino, con mediadores bioquímicos y determinados niveles de testosterona y hormonas sexuales, esteroides. Otros dicen que la intensidad de los impulsos sexuales incontrolables se debe a los altos niveles de testosterona, pero en otros estudios los niveles aparecen bajos. Teorías socio-ambientales, sobre el origen de la delincuencia sexual, identifican el papel protagónico de los siguientes factores: vínculos paterno-filiales, soledad, historia sexual juvenil, influencias socio-culturales, control de los impulsos, pornografía, autoestima, empatía y distorsiones cognitivas. Se indica que la mayoría los agresores fueron abusados de niños.
La depresión, la ansiedad y la soledad desinhiben la represión y aumentan la posibilidad de realizar actos sexualmente agresivos, incrementado en individuos predispuesto que encuentra una oportunidad. Un agresor sexual tiene pocas habilidades sociales, está solo, aunque rodeado de personas y no satisface sus necesidades emocionales ni sexuales de una manera adecuada. Estudios antropológicos muestran que en las sociedades violentas, las violaciones son comunes.
El agresor sexual de niños puede ser una persona conocida o familiar. Las violaciones contra adultos son cometidas por varones y la mayoría de las víctimas son mujeres, aunque existen hombres violados en las cárceles o durante los conflictos de guerra. Las mujeres pueden atentar contra la libertad sexual de los niños y adolescentes y participar, en menor medida, en abuso sexual infantil.
Estudios demuestran que una mujer tiene seis veces más probabilidades de ser atacada sexualmente por un familiar que por un desconocido. Estadísticas muestran que el 97% son adultos de todas las razas, culturas, niveles sociales, educativos y profesionales, con una heterogeneidad inmensa. Ningún grupo humano de varones queda exento del riesgo de cometer una agresión sexual. Puede ser educado, agradable, cortés, caballero, colaborador, trabajador, de buena familia, simpático, carismático y religioso.
Cortesía de Mabel Pérez